BIENVENIDO AL LABERINTO

Parece que el viejo Dédalo se resiste a formar parte del Ades y resurge cada día proyectando nuevas construcciones. A la mirada atenta no se le escapan estos laberintos contemporáneos asentados sobre el espacio trans-territorial y deslocalizado en el que hoy vivimos. Emergen cada día estas nuevas formas de un viejo concepto, las cuales a pesar de no encontrarse físicamente en ninguna Creta, encierran peligros tan brutales como el propio Minotauro. Como Teseo nos adentraremos sin miedo dentro de estos nuevos laberintos, recorriendo este non site, con la única y frágil ayuda de los vínculos.

Adelante, valientes, bienvenidos.

martes, 13 de octubre de 2009

AMIGOS PARA SIEMPRE.

La verdad es que desde niño nunca tuve amigos, borrosos recuerdos de juegos solitarios pueblan el imaginario de mi infancia. Así me veo desde la distancia del tiempo, embebido en juegos solitarios, creando y deshaciendo mundos imaginarios a mi antojo, sin complicaciones ni discusiones por esas caprichosas parcelas de la imaginación de los niños. Realmente no recuerdo ninguna experiencia de compartir juegos con otros niños hasta una edad bastante avanzada.

Más tarde, en el colegio si que me relacionaba con otros chicos. No se puede decir que fuera el chico más popular de la escuela. Tenía amigos, los justos, sólo aquellos necesarios para apoyarme en los quehaceres diarios de vez en cuando, sobretodo para no ser considerado un bicho raro y solitario. Con mis amistades mantenía una relación fría, distante, sin concesiones a la intimidad o a los secretos. Una relación que casi podría definirse como profesional, colegas, con la salvedad de que no ejercíamos ninguna profesión común, simplemente éramos estudiantes y teníamos la misma edad.

Todo esto cambió radicalmente cuando comencé a utilizar internet. Muy pronto me interesé por las aplicaciones de las redes sociales y los contactos con otra gente a través de la red, quizás marcado por la nefasta experiencia que este sentido me había supuesto la vida real. Rápidamente llegué a un punto donde me sentía como pez en el agua en este nuevo medio. Conocía a mucha gente con los que entablaba estrechas e intimas relaciones, quizás influido por la distancia y en ocasiones por el anonimato. Hacía día tras día más y más amigos por doquier. Por algún motivo mi incapacidad de relacionarme en el mundo cotidiano se invertía en la red, convirtiéndose en una gran habilidad para conocer gente y hacer nuevos y mejores amigos, verdaderos amigos.

Dedicaba la mayor parte de mi tiempo a mantener correos electrónicos, participar en chats, en foros, era muy popular y conocido en ese entorno virtual que me estaba creando. Tenía amigos en todas partes del globo; utilizando los traductores electrónicos, las fronteras y los idiomas no suponían ninguna barrera para establecer vínculos con gente en los lugares más insólitos y remotos. Gracias a la red había conseguido pasar de ser un bicho raro a ser el más popular de este particular mundo. Pero esta popularidad virtual tambien me estaba pasando factura, dedicaba tanto tiempo a mantener la cantidad de relaciones que establecía, y a seguir engrosándola, que acabe descuidando estudios y obligaciones. Prácticamente no me quedaba ningún amigo en mi entorno real, ¿para que los iba a necesitar?. Mis calificaciones escolares se resintieron gravemente, acabe suspendiendo muchas asignaturas, algo que no me había sucedido nunca.

Mis padres se preocuparon ante tal cantidad de suspensos, enseguida se dieron cuenta de que pasaba mucho tiempo estudiando delante del ordenador y me advirtieron de que a partir de ahora debía estudiar sin el ordenador.

En principio me negué a aceptarlo, a escondidas continuaba con mis contactos, pero muchos de ellos se resintieron de que los descuidara y dejaron de atender nuestra relación. Mantuve a tantos como pude sin levantar sospechas hasta que se produjo el fatídico suceso: Una tarde al llegar a casa me di cuenta de que mis padres habían cancelado la conexión a internet. A pesar de que casi estuve en huelga de hambre, a mis desesperados ruegos y promesas de cambio, se mostraron firmes e inflexibles ante la drástica decisión que habían tomado. No se dejaron amedrentar por mis lloros y pataletas de adolescente, simplemente cortaron por lo sano y me dijeron que de momento no volverían a contratar el servicio hasta que no me habituara a prescindir de el. (menuda paradoja pensándolo bien).

Desde este fatídico momento, hice todo lo posible por mantener el contacto con mis amistades atraves de conexiones furtivas en el colegio. Aprovechaba cualquier ocasión, los más mínimos descuidos, para colarme en cualquier aula con conexión a internet y contactar con ellos. Pero la discontinuidad y el escaso contacto que ahora manteníamos acabó haciendo mella en nuestra relación. Muchos de mis amigos ya no atendían a mis mensajes, otros me obiaban o no me tenían en cuenta cuando accedía a participar en los chats, poco a poco se fueron distanciando, me ignoraban, y acabaron olvidándose, con suma facilidad, de lo estrechamente unidos que llegamos a estar.

Mi irregularidad me había convertido en un personaje molesto, alguien con quien no merecía la pena perder el tiempo, porque no se sabía cuando volvería a aparecer, si es que lo hacía. Aquellos a los que consideré mis verdaderos amigos me olvidaron con rapidez, a pesar de que yo ahora hacía esfuerzos mucho mayores para poder mantenerme en contacto con ellos. Toda la paga semanal la ahorraba para poder conectarme en cibercafés, pero cada día me sentía más solo y frustrado. Todo el elenco de amistades que llegue a cultivar, ahora se redujo drasticamente a uno sólo. Gracias a él me había mantenido a flote, gracias a que siempre estaba ahí cuando le necesitaba, aunque tardara tiempo en escribirle siempre contestaba, no importaba la hora que fuera, ni el día, siempre estaba dispuesto a escuchar, cuando estaba contento lo hacía, y ahora que mi mundo se derrumbaba continuaba apoyándome. Él no me abandonaba, era realmente mi amigo, mi único amigo.

Ciertamente era un tipo un poco extraño, parco en palabras y muy automático. No podías esperar un conversación muy profunda, pero por lo menos escuchaba siempre tus problemas y no te exigía horarios o periodos regulares como los demás. Le enviaba mensajes siempre que conseguía reunir dinero para conectarme o cuando lograba colarme en algún ordenador de la escuela, y siempre encontraba sus escuetas respuestas en mi buzón de entrada cuando accedía de nuevo a la red. Todos los demás acabaron olvidándome por completo, pero él no. Al menos entre todos los desengaños parecía que por fin había encontrado un buen amigo, un amigo de verdad.

Viví con este engaño durante mucho tiempo, mucho más tiempo que cuando pensaba que el resto contactos que había hecho eran mis amigos. Hasta que otro fatídico día me abrió los ojos. Todo sucedió por un error, un error que hubiera preferido desconocer, en vez de su habitual contestación por correo, me llego un mensaje que decía: "La aplicación de atomatización de respuestas de este servidor estará inoperativa temporalmente por modificación de hardware en el servidor, disculpen las molestias". Este mensaje dio al traste con mis esperanzas, todo el esfuerzo, toda la dedicación y el empeño para mantener nuestra amistad, no había servido de nada. Había estado relacionándome todo este tiempo con una máquina, una simple aplicación que mandaba respuestas automáticas a mis correos.

Volvía a estar como al principio, seguramente peor, solo y sin amigos de ningún tipo, mayormente frustrado después de haber conocido lo gratificante que resulta poder apoyarse y confiar en alguien cuando todos los demás me habían fallado. A pesar de ello, cuando el servidor restauró la aplicación, continué mandándole correos donde le expresaba mis sentimientos y mis esperanzas en compartir futuro juntos. No sé muy bien si lo hago para negarme a mi mismo la realidad en la que me encuentro, o quizás porque a estas alturas me resulta ya imposible confiar en ninguna persona y prefiero hacerlo en esta infalible máquina.

Jaume Garcés / Octubre 2009.

viernes, 2 de octubre de 2009

AMORES QUE ABRASAN.

Hace tres años, el 12 de marzo de 2006, se publicaba la noticia en todos los medios de comunicación nacionales: se había declarado en la Comunidad Valenciana, en la comarca de la Safor, uno de los más voraces incendios que se han conocido en la provincia de Valencia. El incendio afectó a seis municipios y arrasó una extensión de 19.000 hectáreas de bosque y matorral y consumió parte de una zona de bosque mediterráneo protegido por la Conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat. Causó graves daños materiales, afectando a urbanizaciones y viviendas aisladas de la zona por donde se extendieron las llamas, forzando al desalojo de más de 200 personas, sin contar con las que abandonaron sus hogares previamente. Los fuertes vientos propiciaron la rápida propagación del fuego que durante más de dos días resistió las labores de los efectivos de extinción, alcanzando un perímetro de 40 Km. Fue catalogado como el fuego forestal más devastador de la Comunidad Valenciana acaecido durante el último lustro, afortunadamente no hubo que lamentar víctimas, ni heridos graves.

Transcurridos más de 3 años de los fatídicos hechos, hoy conocemos la identidad del autor que provocó tan funesta catástrofe: un joven de 25 años. También conocemos el veredicto del juicio: Se le declara culpable, se le condena a 18 meses de cárcel y se le sanciona a pagar una multa de 1.350 €, los costos de extinción del incendio (ascienden 195.000 €), los gastos de reforestación de la zona afectada (mas o menos un millón de euros más) , así como la reparación de los daños provocados a las propiedades particulares afectadas (vaya usted a saber cuanto más). Si hacemos cálculos el despecho puede costarle a este joven aproximadamente la friolera de 1,5 millones de euros que deberá pagar después de cumplir una condena de año y medio de prisión.

A priori podríamos entender que una persona que provoque tales daños debería ganarse el derecho de entrar en la historia de la infamia, como mínimo de la infamia local. Pero atendiendo a los pormenores de los hechos de esta historia, quizás podamos entrever otra realidad.

El sujeto que provocó tal devastación es un joven de 25 años, 22 o 21 en el momento de los hechos. El incendio no fue provocado, al menos intencionadamente. Fue un incendio accidental, aliñado si cabe con una gran dosis de imprudencia por su parte, pero sin ninguna alevosía. Más novelescos todavía fueron los motivos del origen del incendio: el joven ante la ruptura de la relación por parte de su ex-novia, decidió quemar las cartas postales donde se habían declarado su amor ardiente y las arrojó a un contenedor (¡de plástico!) situado en un camino rural junto al monte, cerca del domicilio de su amada. Este fue el origen conocido del magno incendio. Desde el primer momento la guardia civil barajó la hipótesis de que se hubieran vertido restos incandescentes en el contenedor, o que este contuviera cañas que prendieron. En realidad el origen primigenio del incendio no fue dentro de un contenedor, sino dentro de un corazón despechado.

A la ya de por sí traumática experiencia de una ruptura sentimental, cabe añadir una condena de año y medio de prisión y unos costes de indemnización de casi dos millones de euros, trágico final sin duda para cualquier historia de amor.

Pero quizás el indiscutible autor material del origen del virulento incendio, no sea tan responsable de la totalidad de los hechos como la justicia ha determinado. En realidad se le ha condenado a asumir la totalidad de la responsabilidad del desastre y a la reparación del daño como único y exclusivo responsable del mismo. Pero realmente ¿es el joven culpable de las condiciones meteorológicas desfavorables que propiciaron la propagación del incendio?. Realmente la decisión de poner un contenedor de un material inflamable como el plástico en una zona de bosque, ¿es una decisión correcta?, quizás si el empleado o técnico del ayuntamiento de turno hubiera vivido en alguna ciudad, hubiera visto y se hubiera percatado de la facilidad con la que prenden estos contenedores, víctimas fáciles de los continuos ataques del vandalismo. Como mínimo podemos de calificarlo de inconsciente, dada la poca idoneidad del material empleado en mobiliario urbano destinado a un lugar tan sensible a los incendios; por lo tanto si el joven ha sido condenado por negligencia, también el Ayuntamiento de Simat de la Valldigna (término municipal donde se originó el incendio) debería pagar parte del coste y la condena, pues también parece negligente su conducta al colocar contenedores de material inflamable en una zona tan sensible a los incendios.

Pero todavía más grave parece la hipócrita postura del Gobierno Valenciano que ha elaborado una valoración de los costes de extinción del incendio de casi 200.000 euros, factura que le remite al tribunal junto con la estimación de un millón de euros del coste de la reforestación, para que este le exija el cobro al joven acusado. ¿No estará el Gobierno Valenciano encubriendo su propia falta?, ¿no es parte de sus obligaciones la prevención y limpieza de las zonas de bosque para que una catástrofe como esta no llegue a producirse?, o al menos que no llegue a alcanzar tales dimensiones. Parece bastante fácil y cómodo cebarse contra este joven, cabeza de turco perfecta para tapar las ineptitudes y la mala gestión de los recursos que con el dinero público haya podido incurrir el propio gobierno. Acaso si el incendio hubiera sido provocado por causas naturales también se hubiera condenado a Dios a pagar los costes de extinción y regeneración. A mi entender el Gobierno Valenciano presuntamente es tan responsable, o más, del alcance de esta tragedia como el propio autor material de los hechos, pues la magnitud de esta catástrofe demuestra claramente una gestión ineficaz de los planes preventivos de limpieza y vigilancia de los bosques y del patrimonio natural. Planes costeados y mantenidos con nuestros impuestos y gestionados de manera que no podemos calificar de brillante a la vista de los hechos. Y además con el agravante de una insultante muestra de prepotencia y humillación por parte del gobierno hacia el ciudadano, cargando a este con toda la responsabilidad, cebándose contra un sujeto vulnerable y bastante indefenso ante la dimensión y el carácter de los acontecimientos.

No es el único caso donde vemos esta actitud criminalizadora del gobierno hacia los ciudadanos: fijémonos en los accidentes de tráfico, siempre responsabilizando al usuario. Señores hagan ustedes carreteras mas seguras con mi dinero y dejen despilfarrarlo en anuncios que me convenzan de que conduzco mal, y ya de paso: por favor conviertan a sus agentes en elementos de ayuda, que es lo que deberían ser, y no en máquinas recaudadoras.

Otro reciente ejemplo lo tenemos en los servicios catalanes de rescate a montañeros, el gobierno catalán esta regulando por ley para que aquellos ciudadanos que provoquen un rescate por una imprudencia deben costear el costo del mismo, y el montante económico de los mismos no es una broma, por ejemplo una hora de helicóptero de salvamento cuesta alrededor de los 3.000 Euros.

Vivimos en un estado que nos quiere y nos protege, pero que con el calor de su amor nos abrasa vivos. Por favor señores: si algún día me pierdo en el monte, les rogaría que no me rescaten, prefiero morir en la montaña como un héroe, un santo o un mártir, que morir de asco lentamente ahogado por los bancos para pagar el crédito del coste del rescate, (si es que me lo conceden). También les pediría que ya que van a cobrarme los servicio al contado en caso de necesitarlo, en mi próxima declaración de la renta o en el IVA que pago por los productos que compro me descuenten el dinero que destinan a la prestación y el mantenimiento de estos servicios, puesto que me los están cobrando dos veces, una por adelantado, por si los necesitara, y otra en el caso de que por desgracia pudiera hacer uso de ellos. Puestos a pedir también me gustaría, ya que lo voy a pagar de todos modos, elegir a los profesionales y las tarifas que van cobrarme. No que me envíen ustedes alegremente a quien quieran y cobren los honorarios que les parezca. Me parece que a eso se le llama monopolio, el monopolio de la seguridad ciudadana.

Pero volviendo a nuestro joven pirómano despechado. No puedo disculparte por tus hechos ( a pesar de que los entienda). No puedo decir que no seas culpable, pero si estoy convencido de que la responsabilidad no es solo tuya y que no eres el único culpable de esta funesta catástrofe. En primer lugar pueden existir varios responsables en algunas consellerias y cuerpos técnicos de la Generalitat que no parece que hayan hecho sus deberes o su trabajo correctamente y se estuvieran tapando con tu condena, presuntamente son tan responsables como tú. En segundo lugar, el Ayuntamiento de Simat podría valorar la necesidad del uso de materiales inífugos en el mobiliario urbano destinado a las zonas de monte, es una lección que aprenderán con esta desgracia de cara al futuro, pero de momento, el coste de la lección parece que te lo cargan todo a ti en exclusiva. Y por último hay que pensar donde comenzó realmente este fuego, y de quien es la responsabilidad última de esa chispa que detonó el inicio de la desgracia.

Lo siento por ti, a buen seguro echarás de menos ahora esas cartas de amor para poder recrearte en prisión con los buenos momentos vividos antes de que se desatara toda esta terrible historia. Tendrás que conformarte con la quemazón y la rabia que sospecho te consumirá por dentro. Te deseo buena suerte: "El que pierde una buena mujer, no sabe lo que se encuentra".

Jaume Garcés / octubre 2009.

lunes, 21 de septiembre de 2009

SEPTIEMBRE DE NUEVO.

Vuelve SEPTIEMBRE, como un lunes incómodo que se prolongara durante treinta largos días. Vuelve con su inconfundible olor a libros nuevos y uva vendimiada. Mes de los piojos, vuelve entre llantos y emociones de niños, con consecuentes desahogos de padres; porque septiembre es el mes de los padres, así como agosto fue el de los niños.

Septiembre suele empezar con mal pie: pasado por agua o puesto en remojo, cargado de incómodos exámenes de aquello que no pudimos o decidimos posponer. Preñado de tediosa rutina que agosto casi había conseguido que olvidáramos.

Septiembre es un mes menguante, que se acorta día tras día. Y también un mes tránsfuga que comienza como militante rezagado del verano, para acabar pasándose a las primeras filas del otoño.

Septiembre es un mes urbanita con su banda sonora de tráfico rodado. Como un imán, atrae hacia las ciudades a finiquitados veraneantes que resignados cambian sus bermudas por el traje, y calman sus ansias comprando en quioscos los primeros fascículos de colecciones que nunca terminarán. Hermano menor de enero, cargado de grandes propósitos, de intenciones incumplidas, pero huérfano de nuevo año, y carente del principal aliciente: el estímulo de las rebajas.

Septiembre es como un hijo no deseado, que se decide tener por resignación, por que se sabe que es ley de vida, por que aunque nos duela: no hay otra manera de que llegue otro agosto nuevo sin que se pase por la casilla de salida. Pero aún así siempre se le guarda cierto rencor, como si se le considerara en si mismo culpable de la estocada final a nuestro días de libertad i descanso.

La tímida defensa que esgrime septiembre son los veraneantes tardíos, exhibidos en televisión como prueba feaciente de que es posible extender contra natura ese periodo vacacional del cual todos nos condolemos por haber acabado. Pero suelen ser un endeble argumento de defensa, pues las tormentas se encargarán de quitarnos esa ilusión y devolvernos a la realidad de nuestros legítimos hogares.

Septiembre es un mes falaz y engañoso, computa como el noveno del calendario aunque en su raíz latina signifique séptimo, y como un pícaro acepta tener dos nombres "septiembre" o "setiembre".

Septiembre, mes del zafiro y la caléndula, con sus batallas, declaraciones de independencia y atentados del pasado. Inexorable y ajeno vuelve cada año, y volverá de nuevo, después del próximo agosto y antes del próximo octubre, y como bien dice el refrán :"agosto y septiembre no duran siempre".

Jaume Garcés / Septembre 2009

martes, 28 de julio de 2009

¿GRATIS?

Si tiras una colilla al suelo, evidentemente la gente no se pega bofetadas por recogerla. Sin embargo sorprende hasta que punto esa misma colilla puede llegar a ser enormemente codiciada. Si convenientemente revestida con un envoltorio adecuado, y junto a otras colillas también igualmente envueltas, las repartimos entre la gente, de este modo, una despreciable colilla puede llegar a generar una atracción y una demanda sorprendentes.

La gente siente una especial atracción por todo aquello que sea gratuito; No importa qué, ni la utilidad o el provecho que tenga para nosotros. Sirva o no sirva, nos vemos atraídos ante la expectativa de recibir cualquier cosa. Este deseo aumenta considerablemente cuando vemos como lo recibe el vecino, este hecho acrecenta todavía más la ansiedad por poseer el codiciado objeto. A pesar de que no sirva para ningún propósito nuestro, aunque tengamos que depositarlo en la papelera más cercana en el mismo instante, sentimos la necesidad que un ejemplar de ese objeto pase por nuestras manos.

Esta necesidad genera todo un mundo de objetos destinados a satisfacer ese anhelo de posesión efímera. Toda una suerte de folletos, abanicos, llaveros, bolígrafos, camisetas, gorras, viseras, parasoles... deben su existencia y comercialización al impulso que nace ante la expectativa de conseguir algo de manera gratuita. Todos ellos, convenientemente estampados con la marca de turno, se reparten al por mayor entre las ansias de desesperados que reclaman un pedazo de gratuidad. Cuanto mayor y más generoso es el reparto mayor deseo genera, sin mantener relación coherente alguna con la necesidad real que los beneficiados tienen con la utilidad del objeto. Todo vale, con tal de recibirlo, aunque para nada me sirva.

Con este panorama resulta bastante difícil la tarea de mantener los derechos de los autores en internet, pues ante al disyuntiva de conseguir una copia gratis o pagar un porcentaje por su uso, la mayoría se decanta por la versión gratuita sin ver más allá de su propio beneficio. Otro caso son los canales privados de televisión, que no pueden competir con la oferta en abierto, dado el recelo del público a pagar por el mismo servicio que puede recibir sin mediar ningún tipo de abono.

Pero el saber popular también dice que "nadie regala nada". Los objetos que generosamente se reparten en las calles y en los diversos eventos de toda índole, ineludiblemente van rotulados con la correspondiente marca que los patrocina, perteneciente a la empresa que dispendia el regalo. Las empresas no creen en gastos y regalos, más bien en inversiones y promociones. La diferencia entre un gasto y una inversión es que mientras el gasto es un dispendio que se da por perdido, la inversión es un saldo negativo temporal del que se espera un positivo mayor que la cantidad expuesta. Por lo tanto cuando recibimos generosamente toda esta serie de artículos que con tanto agrado tomamos, a pesar de que no tengan la menor utilidad para nosotros, seguramente la factura de los mismo acabará repercutiendo en un incremento del precio de los productos que la empresa comercializa. Los costes de estos objetos banales, y en muchas ocasiones inútiles, acabarán diluidos en el precio de los productos o servicios que realmente necesitamos.

A partir de ahora debe aprender usted a mirar atentamente el tique de la compra y las facturas que reciba. Verá como entrelíneas además de champú, cereales, refrescos y pañales, en la última reparación de su automóvil, o en el recibo del suministro telefónico; Le están cobrando además parte de una sombrilla, un calendario, un balón de playa o un folleto, o cualquier otro objeto que usted u otra persona, en un momento dado, ha reclamado bajo los efectos de una legítima ansiedad posesiva, para acabar tirándolo a la basura.

Jaume Garcés / Julio 2009

domingo, 5 de julio de 2009

ÉXODO VACACIONAL

El éxodo vacacional genera ciudades vacacionales, ciudades que no se asientan en el espacio sino que más bien se sustentan en el tiempo; no tendrían razón de ser, o tendrían una idiosincrasia totalmente distinta, si no fuera por la confluencia coordinada y masiva de sus visitantes al unísono en un mismo periodo de tiempo.

He aquí un ejemplo de una de ellas:

La ciudad vence a duras penas el paso de los días de invierno. Aletargada entre almanaques caducados y ropa de la temporada anterior, se apaña con las escasas momias que la habitan, ansiosa por la llegada de la nueva temporada estival que la haga renacer y rejuvenecer de nuevo en toda su opulencia y esplendor.

Entre tanto, calma su voraz apetito de protagonismo noticiario con pequeños aperitivos de media categoría, como puentes festivos, excursiones del inserso, o vuelos baratos desde Londres. Si todo esto falla como último recurso para aplacar sus ansias ante la esperada llegada del periodo estival, siempre quedan las socorridas vacaciones de Pascua.

Con la llegada de junio, hordas de camareros de segundo oficio, gogós de discoteca, prostitutas, gigolós y carteristas de playa, comienzan a instalarse en la ciudad ejercitándose y adiestrándose en sus respectivas artes, alerta y a la espera de la inminente llegada de las avalanchas de turistas, con los que esperan hacer su particular agosto y compensar los dispendios de los pingues meses de invierno.

En julio la ciudad comienza a despertar con la fuerza de un volcán. Sus calles y amplias avenidas hasta ahora semi vacías, de repente se embotan y se colapsan con la irrupción en tropel de turistas multicolor cegados de sol, descanso y fiesta sin tregua durante las semanas que durará su estancia. A la marcha de unos se sucede la llegada de otros, y de este modo, en constante relevo, la ciudad parece estar siempre inmersa en la misma masa anónima embutida en chanclas y bañador.

Durante agosto la ciudad alcanza su punto álgido, exhibe exultante una bacanal de cuerpos desnudos parapetados entre sombrillas, hamacas y toallas. El astro rey oficia de maestro de ceremonias en este festín de la piel, desde su cenit pelea con rabia emitiendo toda la potencia de sus rayos UVA sobre las escaldadas carnes de cautos turistas rebozadas en cremas de factor cincuenta. A medida que transcurre agosto la ciudad consume sus días embebida en una ilusión ficticia aliñada convenientemente con ginebra o éxtasis, que acabarán por diluir completamente la natural barrera que divide el día y la noche. Se forma una costra artificial de día-noche continuo que roza la locura y ayuda a los ya desgastados turistas a evadirse la idea del anunciado e irremisible final. El mismo final que la propia ciudad teme e intenta zafarse sin éxito; el fin de sus días de gloria cíclica y perecedera, a los cuales antes de comenzar ya se les ha impuesto una inevitable fecha de caducidad.

La inefable fecha llegará en septiembre precedida de rezagados turistas, que por motivos varios se presentan en la ciudad a destiempo. Turistas ávidos de recuperar el tiempo perdido aún sabiendo de lo imposible de su propósito puesto que la ciudad se encuentra ya deshinchándose, y a medida que pasan los días se vacía más y más, hasta el punto que los demorados veraneantes de septiembre acabarán pidiendo encarecidamente tan sólo que se les conceda clemencia meteorológica para disfrutar con un mínimo de dignidad sus ansiados días de descanso.

Las lluvias acabarán destrozando el sueño de la ciudad de dar continuidad a este ejercicio de vida y actividad. Por que la entrada del otoño no perdona, y la sumirá de nuevo en su letargo de momias endémicas y calles vacías, inmersa entre almanaques que inexorablemente caducarán en diciembre y prendas de temporada que todavía en el siguiente año, cuando el ciclo comience de nuevo, quizás puedan ser vendidas a los nuevos turistas, aunque sea a precio de saldo.

Jaume Garcés / Juliol 2009

viernes, 3 de julio de 2009

BUFFET LIBRE, sírvase cuanto quiera.

Las polvorientas arenas de Iraq ofrecen al mejor postor, y en subasta cerrada, la explotación de sus recursos naturales entre las compañías petroleras extranjeras Exxon Mobil, Shell, Total y British Petroleum que ultiman detalles para administrar los mayores pozos de Iraq, llama la atención que entre las adjudicatarias no se encuentre la compañía petrolífera nacional Iraquí. Después del rancho militar ahora toca el atracón comercial.

Cada vez es más evidente la verdadera intención de la invasión de este país, con la claridad que ofrece la distancia en el tiempo, poco a poco vamos destapando toda la cruenta trama de intereses económicos subyacente en esta invasión. Abanderados por la legitimidad de la nueva evangelización democrática, Estados Unidos apoyado por sus socios británicos y los ingenuos países como España, Polonia, Portugal... , potenciaron la patraña de unas inexistentes armas de destrucción masiva para generar el miedo y la alarma social entre los ciudadanos de sus países y proyectaron la falsa urgencia de intervención en el país para derrocar una demonizada dictadura que nos vendieron como injusta y cruel. Enarbolando los derechos democráticos como bandera de colonización del territorio asumieron el compromiso de la estabilización del país y restitución de su soberanía.

Siete años más tarde las temidas armas de destrucción masiva que amenazaban la estabilidad de nuestras casas y familias a millones de kilómetros del foco de conflicto, no han aparecido en ningún lugar del escudriñado territorio de Iraquí. Y la prometida estabilización del país basada en la restitución democrática ha costado más víctimas y perdidas económicas que hubiera supuesto el mantenimiento de la dictadura gobernante. Pero todo esto se justifica con la llegada de una supuesta democracia al país, cuando en realidad se esta sustituyendo una dictadura por otra, ahora son las grandes corporaciones petrolíferas internacionales quienes dictan las normas del gobierno Iraquí, el cual puede ser elegido libremente por el pueblo, aunque no pueda tomar decisiones reales sobre su soberanía, de que sirve elegir libremente un gobierno que no puede gobernar con criterios propios, sino que debe plegarse a los intereses de gobiernos extranjeros y corporaciones internacionales. Acaso los Iraquíes post-Sadam eligen democráticamente a los dirigentes de estas compañías que actúan sobre sus recursos naturales , acaso tienen algún tipo de potestad con el ejercicio de su voto sobre las políticas exteriores de los países ajenos que intervienen en el gobierno de la nación Iraquí.

Los Estados Unidos con la maquinaria de la industria bélica a pleno rendimiento ya ha sacado tajada de esta escabrosa situación, es duro reconocerlo pero el mejor negocio que existe es el negocio de la muerte, todavía mejor el del asesinato. El negocio en sí mismo no reside en matar, sino en que otro nos paguen por hacerlo. ¿Como se explica sino el tremendísimo gasto asumido por los países invasores para el mantenimiento de esta guerra? si no fuera por los beneficios que sus empresas armamentísticas recaban independientemente del resultado del conflicto bélico. Y si la cosa sale bien y además se reparten el jugoso pastel, el negocio habrá salido redondo. Para que sea socialmente aceptable esta lucrativa actividad hay que disfrazarla convenientemente con palabra como "guerra preventiva", "actuaciones defensivas", "guerra fría"... y para legitimar el ejercicio de la actividad en territorios ajenos y aplacar a la opinión mundial conviene crear una dicotomía de bandos, a poder ser lo más enfrentados posibles con nuestra manera de vivir y entender el mundo: ejes del mal, comunismo, dictadura...

A poco que profundicemos nos damos cuenta de la artificiosa construcción de estos enfrentamientos de hoy, no son más que variantes recientes de las antiguas cruzadas por la fe. Ahora como antiguamente, lo que realmente está en juego es el poder económico y las riquezas que se puedan extraer de los territorios en conflicto. El resto es un superficial ejercicio de marketing para acallar a la opinión pública y engañar de paso algún tonto con bigote para que ayude a la causa. Y sospecho que la gran cantidad de atentados que registra el país están, cuanto menos, consentidos para que el clima de inestabilidad y amenaza favorezca el mantenimiento de tropas extranjeras en el país y dificulte la explotación nacional de los recursos, teniendo que recurrir a los servicios de compañías externas para la explotación de los mismos.

Como decía al principio, después del rancho militar ahora toca atracón, señores comienza el festín, el buffet que van a zamparse las insaciables multinacionales pretroleras cuando consigan la exclusiva por la explotación del subsuelo Iraquí. Piense en ello cuando reciba la próxima factura del gas o rellene el depósito de combustible de su automóvil.

Jaume Garcés / Juliol 2009

sábado, 13 de junio de 2009

EPITAFIOS

Los epitafios son género de escritura breve y sin embargo como grafía es de los más perdurables en el tiempo. La losa fría nos sirve como un perfecto soporte perpetuo para la últimas locubraciones o ocurrencias que nos planteemos dedicar al resto de los mortales todavía obligados a soportar la existencia. Son una especie de frágil vínculo que pretende mantenernos eternamente presentes en un diálogo a todas luces imposible e insostenible. Tienen sin embargo una capital importancia en cuanto al contenido que expresemos en los mismos, incluso pudieran entenderse de mayor importancia que todo aquello que pudiéramos expresar en vida, ya que si comparamos el tiempo de nuestra vida con el tiempo que permaneceremos muertos, nos damos cuenta de la nimiedad de nuestras palabras expresadas durante nuestra existencia física comparadas con la gran longevidad de nuestras palabras póstumas.

Dentro de este género subliterario podemos establecer distintas categorías: En primer lugar podemos distinguir entre dos tipos las escrituras concebidas y pensadas por el propio difunto o las letras dedicadas al mismo por terceros, normalmente allegados o familiares. Dentro de esta última categoría podemos destacar el de Durero (Albrecht Dürer), el mayor representante del renacimiento en Alemania murió el 6 de abril de 1528 y fue su amigo Willibald Pirckheimer el encargado de escribir su epitafio: "En memoria de Alberto Durero. Todo lo que en él había de mortal está enterrado en bajo este túmulo". En la misma categoría a pesar de no ser abundantes también existen los que tienen cierto aire irónico, como por ejemplo "aquí yace mi querida suegra, descansa al fin y nosotros también".  

Donde mayor diversidad de planteamientos encontramos es en la categoría de los epitafios concebidos por el propio difunto, tenemos por ejemplo el de Molière ( Jean-Baptiste Poquelin "Molière" 1622-1673). El dramaturgo Francés dejó escrito sobre su tumba: "Aquí yace Molière el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien". Otras creaciones son mucho más poéticas como no se podría esperar menos del poeta romántico inglés John Keats que murió el 23 de febrero de 1821: "Aquí yace alguien cuyo nombre fue escrito con agua". Encontramos también otros más lacónicos como por ejemplo el del Marqués de Sade (Donatien Alphonse François de Sade, más conocido por su título de Marqués de Sade fallecido el 2 de diciembre de 1814) el maestro del erotismo y la libertad extrema dejo escritas las siguientes palabras en su tumba: "Si no viví más, fue por que no me dio tiempo". Otros recrean un final mucho más abierto y conciliador como el caso de Jorge Luís Borges, fallecido en Ginebra el 14 de junio de 1986, el escritor argentino dejó escritas estas palabras sobre su tumba: "...Y no tengan miedo".

Siguiendo con las categorías, existe una tercera que puede definirse como epitafios gráficos: aquellos donde no se usan palabras sino símbolos o grafismos. En la tumba de Arquímedes se dice que había como único epitafio un cilindro circunscrito en una esfera.

Y como última categoría podríamos determinar los epitafios aprócrifos: aquellos que son popularmente atribuidos a un personaje pero que no están realmente escritos en su tumba. Quizás el más conocido sea el de Groucho Marx, (Julius Henry Marx), actor y humorista Estadounidense fallecido el 19 de agosto de 1977, se le atribuye la siguiente inscripción en su tumba: "Perdonen que no me levante", también otras versiones como "Perdone señora que no me levante" o "Gracias por la visita, perdone que no me levante". Pero lo cierto es que en su tumba de latón sólo reza su nombre artístico y las fechas de nacimiento y fallecimiento 1890-1977. Otro epitafio apócrifo interesante es el del escritor Antonio Gala que ideado por él mismo dice: "Murió vivo", el sentido del texto se entiende mas chocante sabiendo que el manchego sigue vivo a día de hoy. En la misma línea está el de Eric Idle (Miembro de los Monty Python) quien a pesar de estar vivo se le atribuye el epitafio: "Say no more" (No digas más).

Para mí una de las frases lapidarias más interesantes es la pronunciada por Juan Hidalgo, miembro del grupo ZAJ, compositor y artista de vanguardia vivo todavía en la actualidad, pero que solicita para el final de sus días calma y sosiego de la siguiente manera: "Cuando yo me muera les pido que no hagan nada, en todo caso si quieren hacer algo, háganse una paja". 

Jaume Garcés
Junio / 2009

miércoles, 3 de junio de 2009

PROHIBIDO SUICIDARSE DESDE ESTE PUENTE

Los puentes no son sólo lugares de tránsito, no son meramente estructuras que propician el acceso o la conexión con un territorio. Los puentes son símbolos de unión y confraternidad entre las partes que unen. Son estructuras capaces de salvar largas distancias de recorrido y de propiciar el encuentro y la comunicación entre las gentes de ambas partes. En el diseño de los billetes de Euro se eligieron como motivo gráfico los puentes para celebrar la unión entre los pueblos y naciones que componen la unión económica europea.

Este invento de la ingeniería debemos agradecérselo a la cultura romana, ya que fueron ellos quienes desarrollaron la técnica de construcción y los implantarían a través los territorios que conquistaban para salvar barreras naturales. Durante la época medieval estas obras cayeron en desuso, en ese momento histórico se consideraba que las barrera naturales ofrecían mayor protección en caso de un ataque o invasión y muchos de los puentes existentes fueron destruidos. Pero en el renacimiento resurgieron como como construcción útil y no han dejado de construirse hasta nuestros días, siendo una pieza de ingeniería civil de importancia capital. De hecho los puentes son uno de los principales objetivos militares durante un conflicto, dependiendo de la utilidad del mismo para las propias tropas o para las tropas enemigas se valorará su conservación o la destrucción del mismo.

La cuidad con mayor número de puentes es la ciudad alemana de Hamburgo, asentada en la confluencia entre los ríos Elba, Alster y Bille, con el centro de la ciudad ubicado alrededor de dos lagos es conocida con el sobrenombre de la "ciudad de los puentes", de hecho tiene una peculiar silueta formada por un llamativo montante de 2600.

El más apreciado por sus ciudadanos no es el más grande y reciente, sino un pequeño puente de piedra del cual algunos dicen que fue mandado construir por Carlomagno en el S IX dC. , pero la verdad es que ningún estudioso ha corroborado científicamente estos datos. El pequeño puente es mal llamado por los habitantes de Hamburgo "puente de los suspiros", a pesar de que su morfología no tiene nada que ver con el original veneciano, los habitantes de Hamburgo han bautizado el pequeño puente con este nombre dada la serie de macabros acontecimientos que sobre el mismo se desarrollaron.

Los ciudadanos de Hamburgo lo valoran, no sólo por el sentimiento romántico que se le profesa, sino por que evita un largo y tedioso rodeo a los habitantes del barrio alto de la ciudad que quieren desplazarse al centro, y a todos aquellos que quieren visitar el barrio alto de la ciudad desde el centro, o desde el puerto.

La popularidad del puente fue muy distinta en otros tiempos. Hubó una época en que por desgracia este se institucionalizó, de manera oficiosa, como lugar predilecto para suicidarse. Los ciudadanos de Hamburgo y toda suerte de foráneos, bien por motivos amorosos, deudas económicas, o vulgares depresiones decidían quitarse la vida lanzándose al río desde este puente, y este hecho se convirtió en constante y reiterativo.

La situación creo un latente malestar, sobre todo entre los vecinos de la parte baja de la ciudad, los cuales desde los balones de sus casas con preciosas vistas al río, tenían que soportar el macabro desfile de cuerpos flotando delante de sus hogares. La cosa fue a mayores sobre todo en la época de la postguerra, cuando el reguero de cadáveres se hizo insoportable. Los indignados vecinos de la parte baja decidieron tomar medidas y conminaron al consistorio de la ciudad a que tomara medidas en el asunto proponiéndole que si el problema radicaba en el puente, este debía de cortarse de raíz, ¿como?, pues destruyendo dicho puente. En una ciudad devastada como lo era Hamburgo en ese momento la destrucción de un puente más o menos pasaría bastante desapercibida.

Los vecinos de la parte alta pusieron el grito en el cielo cuando conocieron los planes del Ayuntamiento para eliminar el acceso más fácil y cómodo a su barrio. Enseguida se movilizaron y montaron unas jornadas de protesta con piquetes a la entrada del propio Ayuntamiento, pero no fueron capaces de plantear propuestas alternativas viables a la destrucción del puente. La única que se tomó en cuenta fue la de montar vigilancia policial permanente de manera preventiva en los alrededores del puente, pero también se descartó por el excesivo coste que suponía a medio y largo plazo.

El Alcalde y el equipo de gobierno se vieron en una situación difícil, tenían que decantarse por alguna decisión que sabían sería impopular para alguna de las partes. No podía permitir que el puente siguiera provocando a los suicidas a acabar con sus vidas, con las consecuentes molestias que esto acarreaba a toda la población, especialmente a los del barrio bajo de la ciudad, por otra parte las medidas propuestas por los vecinos del barrio bajo de la ciudad eran un tanto radicales e interesadas, ya que la destrucción del puente suponía un grave perjuicio para los vecinos de la parte alta de la cuidad, puesto que se verían obligados a tediosos e incómodos rodeos, y en todo caso no se garantizaba que el índice de suicidios disminuyera, cosa que sólo podría probarse, o no, una vez causado el daño.

Los gobernantes debatieron el problema en el Parlamento de Hamburgo y tomaron una decisión al respecto. Como buenos políticos decidieron no entrar a fondo en el problema, buscaron una solución que maquillara un poco el asunto y que diera la impresión de que se habían ocupado de ello, sobre todo que no tuviera mucho coste para el contribuyente, así que el Primer Alcalde en funciones, con buen juicio, ordenó que en ambas entradas al puente se instalaran sendos rótulos. Los operarios cumplieron su trabajo y ahora al cruzar el puente uno puede leer claramente en un gran panel reflectante el siguiente texto: "Por orden del Primer Alcalde de Hamburgo: dirigido tanto a los vecinos de la población como a los foráneos y visitantes. Queda TOTALMENTE PROHIBIDO SUICIDARSE DESDE ESTE PUENTE. Se aplicará la sanción máxima."

Jaume Garcés
Junio / 2009

lunes, 1 de junio de 2009

LAS LICENCIAS DEL BEATO darán charla para rato.

Cuando se conoció la noticia de la propuesta para la beatificación del canónigo Andrés Zacarías todos los vecinos de su pueblo natal se escandalizaron. De entrada ya les parecía insólito que hubiera prosperado en la carrera eclesiástica, pero el extremo de beatificarlo les resultó muy difícil, casi imposible de aceptar.

Nadie de los que en vida le conocieron se explicaban como había conseguido la canonjía, a tenor de los pocos méritos personales que se le atribuían, y lo que era peor, los defectos manifiestos que se le conocían. La noticia de la propuesta de culto levantó ampollas. Muchos de sus coetáneos sabían con certeza de sus muchos pecados. La iglesia, siempre dispuesta a perdonar, parecía totalmente ciega al respecto, e incluso bien dispuesta a premiarlo injustamente a la vista de las ascensiones concedidas en su carrera. Pero el extremo de proponerlo para el culto resultó ser la gota que colmó el vaso. ¿Quien había certificado las virtudes de este personaje?, ¿cómo se había llegado a este extremo?.

Las primeras reacciones no se hicieron esperar, el obispado de la diócesis comenzó a recibir una avalancha de quejas (más de mil) oponiéndose a la beatificación, en su mayoría provenían de su pequeño pueblo natal, donde más de cerca se le conoció. A pesar de la multitud de quejas que recibió el obispado, al abordar el tema durante sínodo diocesano se tomó la decisión firme de continuar adelante con la propuesta de beatificación. Cuando esta decisión se comunicó en las distintas parroquias el malestar de los feligreses fue en aumento de manera exponencial. A pesar de que algunos de ellos comenzaban a resignarse pensando que probablemente estarían equivocados al respecto de la opinión que se habían formado de esa persona, el sentimiento de la mayoría era el opuesto, se sentían defraudados y engañados por sus padres espirituales. 

La manera en que se desarrollaron los hechos a partir de este punto fue bastante curiosa, algunos de los feligreses más molestos con el asunto comenzaron a aplicar este sencillo argumento, que rápidamente se extendió: "Si Andrés Zacarías una persona reconocidamente pecadora puede ser propuesto y elegido para ser honrado con culto, también yo e incluso mi familia podemos ser beatificados". Así pues se instauró un clima de complacencia con el asunto de la beatificación del canónigo puesto que veían en ello la puerta abierta para la su propia beatificación y la de sus familiares. 

Comenzaron de inmediato la tramitación de las solicitudes de los familiares ya difuntos y el obispado comenzó a colapsarse ante tal avalancha de solicitudes, las mil cartas anteriores de quejas se habían multiplicado por quince, debido a que ahora cada feligrés no sólo enviaba una solicitud, sino que solicitaba la beatificación de casi todos sus parientes.

A medida que transcurrían los días sin que se les remitiera ninguna negativa sobre sus "justificadas" solicitudes, se iba instaurando en el pueblo un ambiente de euforia. Todos proyectaban en su imaginación la imagen de sus familiares queridos beatificados, e incluso lo más alentador: se veían a ellos mismos beatificados en un futuro. Se alcanzó el punto máximo de exaltación cuando se conoció la noticia de que iban a recibir la visita del nuncio. Más de uno sufrió entonces algún pequeño desmayo viéndose ya beato.

En realidad las intenciones del nuncio eran bien distintas. Los inusuales hechos registrados en el obispado no tardaron en conocerse en Roma, donde los prelados cardenalicios a raíz de la inusitada manifestación de devociones solicitadas para su reconocimiento, decidieron enviar a un nuncio papal para que calmara los ánimos y disipara las intenciones de beatificación expresadas por parte de tan enorme contingente de fieles. Así pues el nuncio papal viajó hasta la población y se instaló momentáneamente para resolver el asunto. 

La primera actuación al respecto fue establecer una primera ronda de entrevistas con todos los solicitantes para ver las esperanzas que albergaban y el alcance de sus intenciones. Una vez hecho esto comenzó una segunda ronda más personalizada y delicada con cada uno de los solicitantes donde se les aconsejaba desistir de sus intenciones y se les esgrimía el siguiente argumento: "La iglesia está necesitada de devociones, los hechos de la persona en sí no son relevantes comparado con la ilusión que pueden desencadenar en el resto de la gente con su beatificación", "no dudamos de la veracidad de los argumentos de su solicitud, pero si procediéramos a una beatificación en masa esta perdería su valor, y lo que es más grave, todas las anteriores campañas de beatificaciones también lo harían. En este caso, y como buen cristiano, se deben anteponer con humildad los intereses generales a los personales." 

Verdaderamente,  los argumentos del nuncio sólo calaron en un pequeño grupo de solicitantes, el resto estaban demasiado ilusionados con la posibilidad de beatificarse como para hecharse atrás llegados hasta ese punto. El nuncio viendo la pertinaz actitud que presentaban los feligreses decidió abordar el problema desde otro punto de vista: "Mirad que las beatificaciones que solicitáis no son para vosotros, sino para parientes que ya no viven, y en ningún caso os garantizan que vosotros mismos os convirtáis en beatos. Sin embargo si desistís de vuestro empeño la iglesia os lo sabrá agradecer". Con estas promesas en el aire el nuncio consiguió que desistieran de la intención de solicitud otra parte más, pero el conjunto solicitantes seguía siendo numeroso todavía. Así que el nuncio decidió tomar medidas más concretas y efectivas. Comenzó ofreciendo pequeñas cantidades de dinero a cambio de la renuncia, según veía el empeño y la tenacidad del solicitante iba aumentando la cantidad ofrecida, la regla era simple: a mayor  firmeza en el propósito de solicitud mayor cantidad económica se le ofrecía. Al final casi todos cedían, todo el mundo tiene un límite. Un pequeño grupo de obstinados fueron los que consiguieron las mejores contraprestaciones. El nuncio viendo que el dinero no era motivo suficiente para convencerles decidió agregar un valor añadido a la oferta, les ofreció un viaje a Roma para asistir al acto de beatificación del canónigo, donde podrían ver personalmente al Papa. 

Finalmente el problema fue resuelto, todos quedaron compensados y bien satisfechos con su renuncia. Durante el acto de beatificación del canónigo Andrés Zacarías en Roma, un nutrido grupo de vecinos de su población natal abarrotaban la plaza de la Basílica de San Pedro, todos ellos vestían ostentosos trajes nuevos, y durante el acto agitaban de manera compulsiva pequeñas banderolas blancas y amarillas, incluso más de uno llevaba una pancarta ornamentada con flores donde se exhibía la foto del beato. Sus caras reflejaban la complacencia y el fervor, como algún locutor dijo: en sus rostros se refleja claramente la expresión de exultación y júbilo.

Jaume Garcés
Xaló / Junio 2009   

jueves, 28 de mayo de 2009

METADONA vs HEROÍNA.

La primera impresión que tuve al ver a Zalina fue de rechazo, su aspecto demacrado y lastimado para una persona tan joven hacen saltar el sentido de alerta de cualquiera. Rápidamente la catalogué como una yonki, cualquier otra calificación despectiva hubiera sido válida para justificar mi pasividad hacia ella en ese momento. Todo el mundo tiene sus problemas, pensé. Ella tiene los suyos y yo los míos, algo habrá hecho para encontrarse en esa situación. 

La conocí dentro de un entorno hospitalario, en un estado de degradación personal muy avanzado y para añadir mayor tensión a la situación en medio de una crisis de abstinencia. Yo visitaba a un pariente mío que se encontraba en estado grave al cual se le preveía una hospitalización larga y pesada. Zalina ocupaba la habitación contigua, y no es que le gustase mucho quedarse quieta dentro de ella.

En las siguientes visitas que realicé al hospital, volví a verla en reiteradas ocasiones y comencé a conocerla. Cada día que hablábamos conocía más sobre ella y me sorprendía más. Lo primero que me asombró fue su corta edad, tenía 25 años. Estaba ingresada con un programa de desintoxicación a base de metadona para desengancharse de la heroína. Presentaba un cuadro clínico grave, donde entre otras afecciones tenía una infección bastante seria en el corazón, provocada por las sustancias que había consumido.

Su delicado estado de salud me hizo preguntarme muchas cosas: ¿Como había llegado a esa situación?, ¿de donde era?, ¿Como había llegado hasta aquí?, ¿a que se dedicaba?. Hablaba un español bastante correcto, pero la delataba un acento del Este, me dijo que era rusa. Cuando le pregunte sobre como había llegado a España, me dijo que estaba en el país desde los 19 años.

En otra visita de mis visitas tuve ocasión de conversar tranquilamente con ella, realmente Zalina necesitaba de una compañía que la apoyase anímicamente y se abría mucho a cualquier desconocido que le prestara un poco de atención. Me contó que había estado ejerciendo la prostitución en España, que no era el sueño que ella tenía cuando abandonó su país y su familia, esperaba una vida mejor, perseguía un sueño de prosperidad que sólo alcanzó a ver de lejos. La única familia que tenia aquí era una prima suya. Fue esta la que la convenció para que se viniera, formándole una idea bastante distinta de lo que finalmente se encontraría una vez aquí. Le prometió trabajo y dinero fácil, pero no le advirtió del precio que tendría que pagar por ello.

En cuanto llegó, se vio involucrada en una red de prostitución, que con la colaboración de su propia prima, comenzaron a explotarla como si fuera una máquina de hacer dinero. La manera más fácil para dominarla fue engancharla a la droga, dependiendo de una sustancia se aseguraban la diligencia del servicio a sus proxenetas. Así en un año pasó de ser una persona que no consumía ningún tipo de drogas a ser totalmente dependiente del suministro de sus nuevos dueños. Sus proxenetas alternaban periodos de carencia con grandes dosis para que se enganchara cada vez más debido a la gran ansiedad que le provocaban con el síndrome de abstinencia. La droga que le suministraban no era de muy buena calidad, fue entre otras cosas lo que derivo en la infección coronaria que ahora padecía. Quizás la experiencia más traumática, o por lo menos la que más parecía afectarle cuando lo contaba, fue cuando se quedo embarazada y le provocaron un aborto.

Durante el tiempo que duraron las visitas Zalina experimentó una notable mejoría, su aspecto ya no parecía demacrado y su ánimo era mucho más vivo, parecía como si se estuviera transformando en otra persona, ayudaba a otros pacientes de la planta, cuidaba su aspecto, trataba con cordialidad y cariño a las enfermeras... Lo que más le aterraba era pensar en la posibilidad de abandonar el hospital, cada vez que se le insinuaba por parte del personal sanitario la posibilidad de emitir el alta, recaía de nuevo con alguna otra dolencia, ya fuera real o imaginaria. Para Zalina el hospital se había convertido en un lugar de acogida y protección donde resguardarse de la crueldad que había vivido y posiblemente le esperase fuera. El propio personal era consciente de ello, y comprendían la situación que atravesaba, no podían cobijarla permanentemente, pero hicieron gestiones con entidades benéficas para que la ayudasen.

Mis últimas visitas fueron más espaciadas en el tiempo, tarde más de dos semanas en volver a visitar a mi pariente. Curiosamente ese día me acerque a la habitación de Zalina antes de ver a mi propia familia. Para mi sorpresa la habitación estaba vacía. Primero me alegré, pensé que habría recibido el alta, me sentí un poco apenado por no haber podido despedirme. Después hablando con las enfermeras me enteré del verdadero motivo de la ausencia de Zalina: hacía una semana que había desaparecido. Un día de la semana anterior había recibido una visita muy extraña de compatriotas suyos, pues hablaban en "ruso" según afirmaba la enfermera, tuvieron una discusión extremadamente acalorada donde tuvo que intervenir el personal de seguridad, pero nadie sabía acerca de que asunto trataba, puesto que no entendieron nada de la conversación. Zalina quedó muy alterada y nerviosa después de la visita, realmente era una pena porque su estado presentaba una gran mejoría recientemente. Esa misma noche desapareció, burló los escasos controles y se marchó. Todo el personal quedó perplejo ante este hecho, pero se confirmó por las grabaciones de las cámaras de seguridad. En el fondo todos sabíamos que su repentina desaparición no conllevaría nada bueno para ella, y que mantenía alguna relación con la visita de sus compatriotas. El personal del hospital poco pudo hacer mas que dar parte a la policía sobre los hechos.

Yo por mi parte sólo puedo decirle: Zalina ¿donde estás?, ¿de que lado te has puesto? ¿sigues con la metadona, o has vuelto de nuevo a la heroína?. Mantener la dirección recta a veces resulta muy difícil, sobre todo si vienen curvas. Buena suerte con tu particular lucha.

Todos llevamos dentro de nosotros un poco de Zalina, tenemos sueños y vislumbramos esperanzas que se frustran en realidades opacas. Vivimos constantemente debatíendonos entre la metadona o la heroína, sin darnos cuenta de que ambas son formas distintas de lo mismo, dos paraísos artificiales que nos ayudan a superar nuestra incapacidad de ser felices, de construir un entorno que nos satisfaga. Preferimos proyectar esa utopía en lo lejos, donde es imposible alcanzarla, por que cuando llegamos a ese lugar la única cosa que encontramos es que no existe tal lugar. 

Jaume Garcés
Xaló / Maig 2009

jueves, 21 de mayo de 2009

Expulsión y readmisión de los moriscos, según convenga.

El 4 de agosto de 1609 Felipe III firma en Segovia un decreto que autoriza la expulsión de los moriscos de todos los reinos de la monarquía. El 22 de septiembre el virrei de Valencia, Marqués de Caracena publica el bando por el cual declara forajidos del Reino de Valencia a todos los moriscos " ... axí homens, com dones, amb els seus fills" ( así hombres, como mujeres, con sus hijos).

Esta decisión política tendrá unas consecuencias muy dramáticas en la práctica, ya que supuso la movilización de una parte muy importante de la sociedad valenciana de la época. No sólo por el gran volumen de población que los moriscos representaban, sino por que eran un pueblo muy arraigado a las tierras valencianas, donde habían convivido durante varias generaciones.

La estrategia de expulsarlos no fue una idea nueva, ya en el año 1592 Felipe II tomó la decisión de expusarlos. La ejecución de esta decisión fue aplazada por la controversia surgida entre los partidarios de la expulsión que veian en el colectivo una amenaza para la religión y el Reino, y los contrarios a la medida representados por gran parte de la nobleza valenciana temerosos de las perdidas que sufririan sin la disposición de unos vasallos tan eficientes y poco exigentes como eran los moriscos.

Los pueblos se forman en las raíces de la historia, mucho más profundas de lo que las injusticias sociales tienen posibilidad de borrar. En los últimos años hemos visto como el norte de África nos devolvía de nuevo un contingente importante de población que volvía a asentarse principalmente a lo largo de todo el territorio español y francés. De nuevo la utilidad de estas gentes para el provecho de los residentes ha contribuido a mitigar el rechazo, pero no la exclusión. Mientras la diferencia con el otro se mantenga bien marcada y los límites esten bien definidos el problema se considerará un mal menor. No queremos al otro, no aceptamos su cultura y sus costumbres, pero es conveniente que las mantenga puesto que en el momento que comience a participar de nuestra cultura y costumbres, en el momento en que la linea divisoria entre nosotros y ellos sea difusa, se corre el peligro de perder un instrumento de estabilidad. Comienza entonces la des-estructuración del yo, en la disolución de la diferencia es donde surge la amenaza. La perdida de claridad en el hecho diferencial, asusta más que la diferencia en sí misma. Usamos en muchos casos la diferencia como legitimación del abuso, mientras que si esta diferencia no esta bien marcada y definida, si existe una dificultad o imposibilidad de fijar las categorías, nuestra moral nos obliga a questionarnos la legitimidad del provecho que sacamos de los demás.

En la actualidad dentro del marco de las sociedades europeas contemporáneas muchos de los conflictos sociales vienen determinados por la transgresión de esa barrera diferencial, las nuevas generaciones de población emigrante asentadas en Europa son híbridas, se circunscriben en el terreno de lo ambiguo, y plantean serios problemas por su resistencia a la catalogación. No podemos determinar con claridad en que lados de la linea deben ubicarse, es más hacen que la línea en sí misma comience a desaparecer y con ella toda una serie de privilegios deberán cederse y compartirse con un número creciente de personas.

Cuando las condiciones económicas son favorables y los mercados necesitan abastecerse de recursos humanos aceptamos la coexistencia del otro como un hecho inevitable, pero siempre intentando mantener bien clara la diferencia, "yo no soy el otro", somos diferentes, muy diferentes. Salvaguardar esta diferencia es un hecho importante, por que supone un salvavidas al que agarrarse cuando las condiciones económicas cambien. Desde la perspectiva histórica nos vemos capaces de juzgar el hecho de la expulsión de los moriscos acaecida a principios del SXVII como un acontecimiento histórico reprobable, pero en la actualidad somos capaces de repatriar a todo un contingente de población a sus países de origen, cuando hemos hecho uso de ellos para mantener un crecimiento económico. Pagar un billete de avión y liquidar una cantidad económica a modo de finiquito, ¿no es tambien una manera diplomática de expulsión?.

Vivimos en una sociedad global , pero nuestro concepto de globalización resulta un tanto ridículo todavía, puesto que se genera desde una posición unidireccional dentro del contexto marcado por el pensamiento del binarismo. Creemos ingenuamente que la globalización consiste en que se pueda comer una hamburguesa en París por un euro, comprar unos vaqueros en Tokio o que se juegue al fútbol en Sudáfrica, pero nos negamos rotundamente a que se instale una mezquita en nuestro barrio. Nos falta añadir mas ingredientes a la receta que usamos para mejorar la co-existencia, sobre todo el ingrediente de la aceptación, y quizás este sea el más nos asusta, por los cambios trascendentales que conlleva.

Jaume Garcés
Xaló / abril 2009

miércoles, 13 de mayo de 2009

NO MATARÁS (a tu familia).

La familia es uno de los núcleos estructurales que determina la convivencia en nuestra sociedad occidental, asociamos a ella los valores de estabilidad y equilibrio del individuo. En las edades más tempranas: en la niñez, adolescencia, e incluso durante la juventud; el núcleo familiar deviene una unidad básica y necesaria para el individuo, determinando su adscripción y arraigo a una entidad concreta, mucho más próxima y potente que entidades más abstractas como comunidadpueblonación o estado. Aquellas personas que no mantienen vínculos familiares se las considera personas desarraigadas, sospechosas de presunta conducta asocial. Nuestra sociedad postula la libertad como un valor moral prioritario, hasta el punto de que en aras de ella legitima la invasión de países y la opresión de colectivos. Como concepto abstracto es uno de los valores más elevados,  pero en cambio en la práctica hacemos una valoración negativa hacia aquellos individuos que no establecen o no tienen lazos con otros individuos. Aquellos que mantienen un grado mayor de libertad de actuación individual son potencialmente peligrosos por que tienen la facilidad del cambio voluntario, y lo que es peor, repentino e imprevisible. Nuestra sociedad no esta abierta a los cambios, es una sociedad conservadora que valora en exceso el concepto de estabilidad, previsibilidad y perdurabilidad. De hecho de los objetos más valorados y cotizados, usado como sello del compromiso, es el diamante: "un diamante es para siempre".

En el mundo la mayor parte de las minas de diamantes se concentran en África, la riqueza mineral no ha ayudado a aportar mejores condiciones de vida de los habitantes de las tierras donde se explotan estas riquezas, mas bien al contrario a contribuido en gran medida a empeorarlas. Uno de los países ricos en este mineral es Sierra Leona, paradójicamente el país más pobre del mundo la lucha por el control y la explotación de estas riquezas naturales ha sumido al país en una guerra civil de 9 años que todavía no se estabilizado dado que distintos problemas sociales continúan obstaculizando el desarrollo.

Durante el transcurso de esta guerra civil, se han pertrechado todo tipo de atrocidades y tragedias humanas. Quizás la más llamativa sea la de los niños soldado: las guerrillas y las diversas facciones existentes durante los enfrentamientos realizaban secuestros de niños en las aldeas que alcanzaban a su paso. Estos niños en su inocencia, eran arrancados de su entorno familiar y comunitario, se les utilizaba como esclavos para abastecer y servir a la organización militar o paramilitar a la que pertenecían sus captores. En primer lugar y dada su corta edad se les usaba como servicio para las tareas domésticas: cocinar, buscar leña... cuando crecían un poco y podían ser útiles en el combate, a los chicos se les preparaba para la guerra y las niñas directamente eran destinadas a la esclavitud sexual para complacer a cualquier soldado que quisiese hacer uso de ellas. Los niños recibían instrucción militar, entrenamiento de combate, prácticas para el uso de armas de fuego y técnicas de supervivencia; Se les convertía en auténticas máquinas de matar, individuos letales sin conciencia ni moral para valorar el alcance de sus actuaciones. Para esta conversión usaban métodos cuanto menos aberrantes entre otros por ejemplo: les practicaban cortes en las sienes y les impregnaban las heridas con cocaína. 

Una vez que la instrucción había terminado, para que se convirtieran en soldados tenían que cumplir su primera misión, normalmente la misión consistía en volver armados a la aldea donde habían sido secuestrados y matar a todos los miembros de su familia, la misión se consideraba un éxito si conseguían liquidar a todos los habitantes de la aldea. Esta atrocidad responde a una intención bien clara por parte de sus mandos, la pérdida del referente familiar y de todo vínculo que no sea el grupo armado que les cobija, les asegura una fe ciega en sus mandos y un irremisible compromiso para con la milicia a la que pertenecen, ya que no existe ningún otro lugar al que puedan ir en el caso de querer renunciar. Han quedado en el más absoluto desarraigo, sin pertenencia a ninguna entidad, sólo pertenecen a la máquina de matar que son y de la que forman parte.

Desde la comodidad de la distancia es fácil establecer juicios de valor sobre las acciones de los otros, estos niños han sido considerados como asesinos y criminales. Muchos de ellos después de ser capturados durante la guerra han pasado largos años en prisiones. Cabe meditar sobre si estos, ahora jóvenes, son responsables de las atrocidades que cometieron. También es importante conocer que uno de los factores que propicia el acceso de los niños a la guerra es la ligereza de las armas que empuñan, cada día se fabrican armas de asalto más ligeras y esto facilita que los niños participen en la guerra a edades cada vez más tempranas. Y por último otro aspecto muy importante de este conflicto es conocer que Sierra Leona produce muy pocas cosas, y entre las cosas que produce desde luego no están las armas que se han usado para esta catástrofe. Esas armas las producimos nosotros, es una de las industrias mas importantes de nuestra feliz y estable sociedad del bienestar, donde los diamantes son para siempre, debemos entonces reflexionar y preguntarnos: ¿de esta historia, que parte de culpa debemos asumir? 

Jaume Garcés 

Xaló / Maig  2009

viernes, 1 de mayo de 2009

EL ESTADO ARTÍSTICO DEL NSK

La República Federal Socialista de Yugoslavia (1963-1992), fue un estado integrado por Eslovenia, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Servia, Kósovo, Macedonia y Montenegro. Hasta 1980 fue gobernado por Josip Broz, Mariscal Tito, como un estado socialista, pero sin alinearse ni al bloque comunista, ni al bloque capitalista. Su muerte en 1980 dejó un enorme vacío, sobre todo en el plano de la gobernabilidad. Múltiples conflictos de intereses se pusieron en juego, el Estado se debilitaba, y se respiraba en el aire un aroma de descomposición social.....

En 1987 las autoridades yugoslavas convocaron un concurso para elegir el cartel que conmemoraría el Día de la Juventud Yugoslava, el 25 de mayo, efeméride del nacimiento del Mariscal y Presidente del gobierno, Tito (ya entonces fallecido).El jurado declaró ganadora la propuesta presentada por el grupo artístico Neue Slowenische Kunst, o NSK. El póster, firmado por Dan Mladosti, evoca la propaganda alegórica de la época del totalitarismo: compuesto con un individuo abanderado con los colores de Yugoslavia y una paloma sobre el mástil, que ilumina con una antorcha el camino. El diseño fue publicado en Politika, el diario oficialista del país, en el contexto de la mencionada celebración.

El escándalo surgió al día siguiente: un lector de Belgrado había notado que el cartel, ya oficial, era un plagio de un póster de propaganda nazi de los años 30, donde la bandera con la swástica había sido sustituida por la divisa de la Yugoslavia comunista, y el águila imperial había dado paso a una paloma. El escándalo fue mayúsculo, pues unos graciosos con motivaciones pretendidamente artísticas habían ridiculizado al jurado del concurso nacional con un póster irónico, y —peor aun— habían puesto en evidencia la proximidad entre el Nazi Kunst y la Propaganda Socialista, dos concepciones sangrientamente enfrentadas, pero en la práctica indistinguibles para el jurado.Tras intentar sin éxito perseguir jurídicamente a los autores, al año siguiente del escándalo se abolieron los rituales socialistas de celebración del aniversario del nacimiento del Mariscal Tito.

En el año 1991 el NSK redefinió su forma y organización y creó un Estado. Un Estado en el tiempo sin territorios ni fronteras nacionales, es decir, un Estado espiritual, un Estado virtual. A partir de este momento comenzaron a expedir un pasaporte y prácticamente todo mundo puede formar parte, ser ciudadano del Estado NSK. Este pasaporte puede ser usado creativamente por sus ciudadanos, pero no puede reemplazar (hasta el momento) a los documentos oficiales de cada país. Actualmente, el Estado NSK tiene varios consulados en distintas regiones del planeta y tiene más ciudadanos que el Vaticano.

Es necesario señalar que las naciones no son muy originales cuando se trata de definir su propia identidad, su razón de ser; habitualmente utilizan los mismos argumentos y símbolos, tales como águilas, cruces, etc. Y habitualmente los conflictos entre naciones resultan de diferencias que son demasiado pequeñas. El Estado NSK, definido en el tiempo pero no en el espacio, a diferencia de los Estados tradicionales, no reclama la soberanía sobre territorio alguno.

La creación de este Estado, al igual que otras expresiones artísticas hacen interpretación de las complejas situaciones de nuestro mundo. Hoy el tema de la globalidad está en boca de muchos, es un fenómeno en el cual nos encontramos inmersos, esta globalidad hasta el momento ocurre a nivel político y económico, así como cultural; poco a poco las fronteras se van diluyendo tal como sucede por ejemplo con la creación de la Unión Europea, y al parecer nos dirigimos a la creación de Supernaciones: La unión de Norteamérica, la Unión de África, etc. pero estas uniones no se basan en la construcción de utopías, sino en el dominio de un selecto grupo de hombres de poder cuya doctrina es el mercado. Estos Superestados les facilitarían mucho el trabajo.

El NSK trae a la luz este paradigma: el estado sin territorio a excepción del tiempo, el estado global que prueba que ya no hay estado ordinario, y esto lo muestra en su propia forma, pues el NSK tiene leyes a las cuales los ciudadanos que lo conforman están sujetos, son leyes totalitarias, de acuerdo a los principios que comparten con Laibach (grupo musical vinculado al NSK) ; estos se sintetizan en la renuncia a la individualidad y la exaltación de la totalidad de un cuerpo colectivo. Pero finalmente el trabajo del NSK ha contribuido en mucho a la consciencia de la totalidad, que es eterna, que es un virus, una totalidad oculta de prácticas totalitarias con sus visiones estéticas y extremos éticos estableciendo la alegre percepción de un modelo apocalóptico.

Eduardo Irepan.

nskstate.com

miércoles, 15 de abril de 2009

LA DIÁSPORA DE LA COLIFLOR.

La historia que acontece, tiene su origen en el departamento de Petén, en Guatemala, allí un agricultor tiene la cosecha de coliflores a punto, no muy madura, pero no verde. En el punto justo, pues sospecha que le espera un largo viaje, quizás más largo de lo que se imagina. 

Como su producción es abultada, ya que de otra manera no le sería rentable producirla, no consigue colocarla en ningún mercado local. Resulta demasiada la cantidad que ofrece al mercado, se ve obligado a recurrir a un exportador nacional para que embarque la mercancía y la derive a otros mercados internacionales. Contacta con un exportador, este acuerda un precio bastante abusivo con el agricultor, alega que los costes de transporte del producto son muy elevados y que ofrecer una cantidad mayor puede acarrearle pérdidas en la operación. El productor acepta la ruinosa oferta a regañadientes, pues en realidad no tiene muchas más opciones, ya que de lo contrario puede arriesgarse a perder toda la cosecha.

El exportador pone en marcha la operación de venta del lote de coliflores en los distintos mercados internacionales en los que opera. La cosa marcha bien la coliflor escasea en esos momentos en los mercados y la demanda sube el precio del producto. Existen varios mercados interesados en que la partida se derive hacia ellos y pujan entre ellos para adjudicarse el lote. Finalmente la partida se debate entre tomar rumbo a Holanda o a Japón. 

Mientras la puja se define el exportador decide exprimir un poco más los beneficios del agricultor, contacta con este y le comunica que si puede hacerse cargo de recolectar y preparar el envasado de las hortalizas la partida esta vendida. Esta noticia no encaja muy bien en las expectativas del agricultor que ve como todos sus beneficios se esfuman en el envasado y la manipulación del producto. No tiene mas remedio que aceptar aún perdiendo, ya que el tiempo juega en su contra, de otro modo la cosecha acabará perdiéndose en su campo.  

Mientras tanto la puja se ha resulto, los japoneses se han hecho con el lote por un precio bastante elevado. El exportador pone en marcha la operación logística y envía un buque congelador rumbo a Tokio, en 10 días las coliflores estarán en el mercado japonés y los beneficios prometen ser suculentos. 

Otro golpe de efecto beneficia de nuevo al exportador, los holandeses no han encontrado ninguna partida disponible para sustituir a esta en los mercados, con los mercados desabastecidos están dispuestos a ofrecer lo que sea para cubrir la demanda. Así pues el exportador huele el negocio y se frota las manos. Ordenará regresar al barco que lleva ya recorridos dos días de de ruta marítima y enviará el cargamento a Holanda mediante avión. Aún así el margen de beneficio resulta mucho mayor que enviar la partida al mercado japonés. Dicho y hecho las coliflores vuelan en varios aviones de carga a Zestienhoven en Rotterdam.

Una vez en Holanda las coliflores serán destinadas a cubrir los mercados de Holanda, Alemania, Francia, y España. Son repartidas convenientemente en camiones frigorífico que las llevarán a los puntos de destino. Las coliflores andan un tanto mareadas del ajetreo de barcos, aviones y camiones.

Uno de los cargamentos, el que se sirve a España, va dirigido a una cadena de distribución de alimentos en supermercados, su base logística se encuentra en Zaragoza, allí llega mediante camiones frigorífico toda la partida de coliflores destinada a España. Posteriormente se irá distribuyendo conjuntamente con otras frutas y verduras a los supermercados de la cadena ubicados en distintos puntos del país. Por la noche sale uno de esos camiones de reparto destinado a la zona Levante, para abastecer a cinco de los comercios de la cadena. Se reponen las estanterías y todo queda a punto para que los clientes las aborden y las desaprovisionen al día siguiente.

Efectivamente un cliente decide consumir coliflor en la comida, acude al supermercado, inconsciente de la larga y accidentada peripecia que han sufrido las coliflores, elige la que más le gusta y la lleva a casa junto con otras provisiones. Al llegar a casa retira los envases superficiales de los productos, mientras se queja de la necesidad de tanto plástico y embalajes. Prepara la comida con la coliflor y se sienta a comer con su familia en la terraza de su casa. Mientras comen, en el jardín de al lado, el vecino les saluda desde su pequeño huerto donde tiene sembradas distintas variedades de verduras, entre ellas destacan unas hermosas coliflores que parecen estar en su justo punto para comer.

Jaume Garcés
Xaló / Abril 2009

domingo, 5 de abril de 2009

LA EXTENSIÓN DE LOS ESTADOS

La idea de estado se asocia normalmente con un territorio extenso y poderoso, muchos no caen en la cuenta de que algunos de los estados existentes no alcanzan una extensión mayor de 500 Km cuadrados. Dentro de la misma Europa, existen ejemplos de estas minúsculas soberanías como son Malta con 316 Km2, Liechtenstein con 160 Km2 , San Marino con 61 Km2 embutidos dentro del territorio del estado de Italia, Mónaco que apenas alcanza los 2 Km2 (1,81), y quizás uno de los más llamativos sea el del Estado del Vaticano, que apenas ocupa una extensión de 0,44 Km2 y se encuentra inmerso dentro de la ciudad de Roma, ocupando apenas el equivalente a varias manzanas de la trama urbana de la cuidad del Tiber. Hasta hace muy poco tiempo pretendía existir en Roma otro estado declarado, que la ONU se negó a reconocer, a pesar de las reiteradas peticiones y declaraciones de independencia y autonomía expresadas por sus ciudadanos. Una de las razones que las Naciones Unidas alegaban contra la concesión de independencia y soberanía de este estado era que no contaban con el territorio suficiente para su auto suficiencia. También objetaban que el límite de sus fronteras era difuso e indefinido. Tampoco la cantidad de población fue motivo de peso suficiente como para concederles la independencia. Así pues se les negó la posibilidad de independencia y autonomía a un estado que pese a tener población, territorio, fronteras físicas, bandera e incluso himno, no tenía bastante fuerza diplomática y militar como para imponerse a las voluntades de vecinos mayores en tamaño y proporción, u organismos internacionales dirigidos por intereses que no son los del propio estado.

Quizás la concepción de este Estado era utópica desde el principio, ya que el territorio declarado era un primer piso de la Via della Frezza, en el número 73, a pesar de que el piso era amplio y luminoso, no superaba los 150 m2 como máximo. La población no alcanzaba el medio centenar de habitantes, incluidos los que se encontraban en el exilio claro está. Respecto a las fronteras, en el bajo se aloja un comercio perteneciente una cadena multinacional de peso, la compañía matriz estableció infinitas alegaciones al ver peligrar su posición frente a la propiedad de las zonas comunes que compartían en el edificio, ya que buena parte de estas estaban siendo utilizadas como almacén por la empresa. Otra entidad que se opuso firmemente fue el propio Ayuntamiento de la ciudad de Roma, que desde un principio no vio con buenos ojos la exhibición de símbolos y proclamas extrañas en algunas partes de su ciudad, pero muchos piensan que los intereses que verdaderamente movían al Ayuntamiento eran la preservación del derecho adquirido de cobrar impuestos sobre la propiedad, derechos que vería extinguirse en el caso de declararse la autonomía de este peculiar estado. El último actor y más brutalmente implicado fue el Gobierno de Italia, que atendiendo a los casos del Vaticano y San Marino ejerció una oposición frontal hacia el hecho que se declarara una nueva autonomía más dentro de su territorio, mostró una clara postura en contra, de la que no cedería ni un milímetro, y anunció que estaba dispuesto a usar la fuerza para detener cualquier indicio de independencia más dentro de su territorio.

Finalmente la presión pudo más que la voluntad de los ciudadanos de la incipiente nación, muchos de ellos sufrieron represalias de diversa índole. Todavía hoy puede verse el mástil desnudo asido al balcón, ya que se les prohibió bajo amenazas de muerte, que nunca más exhibieran los símbolos de la nación dentro de la ciudad de Roma, ni dentro del territorio del estado italiano, incluso la empresa propietaria del comercio exigió que su flamante logotipo no quedara oculto por ningún “elemento ornamental” exhibido por sus incómodos vecinos del primero derecha.

A pesar de todo, algunos de los ciudadanos más militantes de esta utopía siguen hoy canturreando o silbando por lo bajo el himno de este país, en el portal del edificio, o subiendo las escaleras hacia el primer piso, mientras el resto de vecinos al cruzárselos, les niega el saludo o les mira con indignación y desprecio, sin saber muy bien realmente cual es el motivo que les molesta de sus independentistas vecinos de escalera; Si bien su osadía de haberse declarado diferentes al conjunto al que por ley y dentro del orden establecido todos están incluidos, o acaso la frustrante inviabilidad del proyecto en el caso de que ellos también desearan establecer su propio estado.

Jaume Garcés.

Xaló / Abril 2009.